EL MANDO DE
XBOX ONE PONE A PRUEBA SU RESISTENCIA
En estos
tiempos en donde las marcas lanzan productos con un tiempo de vida limitado
artificialmente para obligarnos a consumir es agradable ver que en Microsoft apuestan
este año por lanzar un mando diseñado para sobrevivir a multples situaciones
que le podrán producir grandes daños.
El mando de
la nueva Xbox One está siendo sometido al test de Ikea constantemente y tras un
arduo proceso de rediseño en el que se le dio una nueva forma más ergonómica,
nuevas prestaciones y nuevos materiales toca trabajar en su resistencia. El encargado de ello es el equipo de Bob
Brown, el manager de accesorios y hardware de Microsoft, quien ha
mostrado las instalaciones en las que testean este mando.
Está
diseñado para tener una durabilidad de siete a diez años y aunque el diseño
final ya está aprobado se sigue poniendo a prueba diariamente para comprobar
dónde están sus límites y mejorarlos.
“Cada botón se presiona una y otra vez, entre cuatro y cinco veces por
segundo. Aquí probamos unos 20 mandos a la vez y cada uno acaba teniendo unos
dos millones de pulsaciones por botón.”
El mando
está conectado al ordenador y recibe “input” de cada pulsación para que la
compañía sepa si el mecanismo recibe la presión adecuada y aguanta. Pero no
sólo en eso se basa la prueba de resistencia. Microsoft deja caer los mandos
desde diversas alturas mientras graba con cámaras para ver que zonas golpean el
suelo, cuales tienen tendencia a romperse y cómo mejorarlas.
Estas curiosas pruebas que realizan los técnicos de Microsoft
hacen que este mando sea uno de las duraderos, por no decir el que mas.
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